Se registraron al menos cinco heridos por el gas pimienta y dos detenidos al voleo. La violencia se desató a pocos metros del Congreso. Más temprano hubo un «verdurazo» de la UTT y también se movilizaron personas con discapacidad.
Esta vez no eran más de 20. Se les habían unido un grupo de estudiantes y militantes de las organizaciones sociales, y aún así los efectivos de la Federal los duplicaban en número. Sobre Rivadavia, a la altura del Congreso, los jubilados se amucharon, levantaron sus carteles y a pesar de la desventaja evidente intentaron avanzar unos pasos hacia la calle. Fue una nueva demostración de rebeldía contra el protocolo diseñado para obligarlos a protestar desde un rincón, detrás del corralito de azules. La respuesta de la Policía fue tirar con gas pimienta directamente a la cara, pegar bastonazos debajo de la cintura y cazar al voleo a los manifestantes. El saldo fueron al menos cinco personas heridas y dos detenidas, como para no perder la cotumbre de cada miércoles.