1) La jubilación es un gasto
La jubilación no es un gasto, ni una dádiva graciosa, es un derecho arrancado con años de lucha a la voracidad capitalista para lograr la máxima ganancia de su capital. Es para impedir que cuando un trabajador ya no puede ser explotado, se lo arroje al costado como limón exprimido. Es una forma de solidaridad social y el reconocimiento al trabajo realizado.
Además, los fondos para pagar esa jubilación surgen, en una gran proporción, de los aportes hechos durante toda su vida laboral, por los propios trabajadores, restados a salarios que casi nunca alcanzan para las necesidades elementales.
2) La Reforma es para corregir privilegios injustos y garantizar la igualdad.
Si bien es cierto que la ley propone atenuar algunos privilegios irritantes de determinados sectores de la administración pública que se podrían resolver fácilmente y por separado, la esencia de la reforma judicial es el ajuste a la baja de los derechos a una jubilación digna.
Un ajuste sobre la gran masa de trabajadores estatales, vía la disminución de los haberes, el aumento de las contribuciones y el aumento de las edades mínimas para la jubilación, particularmente entre los docentes.
3) La Reforma es indispensable porque faltan los recursos.
La falta de recursos para la Caja tiene su origen en la política brutal del gobierno nacional de cancelar lisa y llanamente los aportes obligatorios del Tesoro Nacional a las Cajas de Jubilaciones provinciales. Que se suma a la rebaja de la coparticipación federal, la desaparición del Fondo de Incentivo Docente, la eliminación de los aportes al transporte de las provincias, etc. etc.
Reemplazando todos los compromisos del gobierno nacional por la aplicación de una “ley” arbitraria y unilateralmente establecida por el Dios Milei y sus “fuerzas del cielo” al mismo nivel que los Diez Mandamientos.
Sin contar la enorme «caja» que manejan los Senadores provinciales de manera discrecional y que se podría utilizar para mejorar la situación de los jubilados provinciales.
4) Ajustar la caja de jubilaciones es defender el federalismo.
La verdad es que la política es cruel, y no se puede servir a la vez a dos señores. O el gobernador Pullaro llama a todos los sectores políticos, sindicales, sociales a conformar un frente en defensa del federalismo, o se somete al Pacto de Mayo que firmó y traslada el ajuste infinito sobre los sectores populares santafesinos, agrediendo sus derechos.
Ajustando a los jubilados, aumentando el valor del transporte, rebajando el sueldo y las condiciones laborales a los docentes y estatales.
5) “No puedo hacerle pagar el déficit de la Caja a un quiosquero de Rafaela ni a un ganadero del departamento San Cristóbal.”
No se puede mentir tan descaradamente, la causa principal del déficit de la Caja es la decisión unilateral del gobierno nacional y tiene que resolverse con el pago total y retroactivo de la deuda que el gobierno de Milei tiene.
Y, mientras se logra ese objetivo el déficit provincial tampoco lo tiene que pagar el pueblo. Lo tienen que pagar los que se llevan las riquezas de la provincia. Ni el quiosquero ni el pequeño ganadero, sino el escaso número de terratenientes, empresas agraria y pooles de siembra (como es el caso emblemático de Adecoagro con decenas de miles de hectáreas de arroz), o los monopolios exportadores de granos a los cuales no se les cobra un solo peso por impuestos provinciales.
Peor aún, han decidido concentrar los recursos de la Provincia para las grandes obras públicas que benefician a esos privilegiados, como la red vial de acceso a los puertos o la circunvalación ferroviaria de la ciudad de Santa Fe.
En lugar de exigir que se realicen esas y otras obras comprometidas por la nación, se va a hacer cargo de pagarlas, incluyendo las deudas tomadas con las empresas constructoras.
No se puede ser a la vez chancho y caballero. El gobernador y los sectores mayoritarios de senadores y diputados pueden ponerse esta vez del lado de los trabajadores, o recibir el abrazo del oso de la Bolsa de Comercio y unirse con los que se enriquecen sin límites, sacando la mayoría de esas ganancias al extranjero. Y que son insaciables como lo demuestran vaciamientos escandalosos como los de Vicentin o el lavado de dinero de los narcos.
FUENTE: Luis Molinas