La crecida del arroyo El Rey genera zozobra, mientras se espera un pico histórico y más lluvias. El curso de agua desbordó e invadió sectores del norte y este de la ciudad. Bombas extractoras trabajan noche y día en tareas de drenaje.
Un lago cubre por lo menos tres cuadras de Independencia, la calle que oficia como fin de la zona urbana norte de Reconquista y linda con el valle de inundación de El Rey, cuyo canal principal corre casi un kilómetro más allá.
Ese espejo de agua formado por el desborde del arroyo sumió también a la cancha de fútbol del barrio, cuyos arcos inundados hasta la mitad de su altura ilustran la magnitud del impacto climático que tiene en vilo a toda la comunidad reconquistense.
En las viviendas del lugar la gente se parapeta detrás de bolsas de arena, que coloca en las puertas de sus casas con la esperanza de sortear con éxito lo que todos aseguran que será un pico histórico, nunca antes visto.
“Cuando el agua viene no hay cómo detenerla”, relató a El Litoral un vecino que hace 53 años vive en esa zona. Gustavo López, quien fuera presidente del Concejo Municipal hasta el 10 de diciembre, lamentó: «A esta historia ya la conocemos, por más que pongas bolsa de arena en tu casa el agua entra igual».
El exconcejal y vecino del barrio Noreste se mostró preocupado porque “realmente nunca ví algo así, nunca el agua pasó por arriba del puente viejo de madera. Esto es algo que ya habíamos superado quienes vivimos en acá después de la construcción de la Defensa Norte, que fue la obra más importante de la historia de Reconquista, pero ahora volvimos a tener la preocupación de aquellos años porque la crecida es tremenda”.
FUENTE: «El Litoral»