2 millones de abejas muertas son el resultado de una mala aplicación de agroquímico en el campo lindero al apiario. Se cree que los factores climáticos, como el intenso viento fueron los decisivos.

Las pérdidas se registraron en la zona de San Guillermo, puntualmente en dos productores que se vieron fuertemente afectados. Uno con pérdidas completas y el otro con pérdidas parciales.

El Técnico Apícola Juan Dukart comentó que “el viernes pasado, a través de una llamada de un productor en la zona de San Guillermo, vinimos a revisar la situación de 100% de la colmena sin vida. Se calcula unos 2 millones abejas muertas, obviamente todas las reinas y afectado el material inerte, como la madera, la cera. Apiarios vecinos también se vieron afectados”.

Dukart, también recordó que en la ciudad de Ceres vivieron experiencias similares. “Lamentablemente aquí en Ceres también hemos sufrido estos casos, pero en la zona de San Guillermo se trata del primero y las pérdidas se estiman en 7 millones de pesos. Una mala aplicación de agroquímicos que se podía evitar. Hay productores agropecuarios que no tienen mucho cuidado, y aplican productos muy tóxicos que hasta la fecha están autorizados. Hay algunos productos que tienen plazo un año para ser utilizados y luego saldrán de circulación. Lo que hicimos nosotros como técnicos de la Coop. Ltda COSAR, es labrar un informe técnico que el productor lo difundió por varias redes sociales. Se enviaron muestras a analizar a la Facultad de Santa Fe, y el productor decidirá cómo llevar adelante esta situación. Hay un apicultor que tendrá que empezar de cero, un productor que lleva 25 años en esta actividad. Todo era evitable. Estimamos que en el cultivo tampoco debe haber quedado nada, nosotros revisamos apiarios a más de 1.500 metros y ha sucedido lo que contamos, creo que en el cultivo no ha quedado nada. Todo está por analizarse y el productor decidirá cómo seguir con este tema que lo perjudica en lo económico y en lo psicológico, porque uno queda muy golpeado” indicó.

Finalmente, Duckart imaginó que “si el agroquímico voló a 1500 metros, es probable que en el lote en si haya quedado muy poco. Sabemos que la semana anterior hubo días de mucho viento, tenemos detectado donde se realizó la aplicación. El productor tiene todo el derecho a fumigar, pero el productor apicultor tiene su derecho a ejercer su producción, se trata de colmenas que estaban registradas. El sector apícola colabora con el medio ambiente. Con motivo de la pandemia el consumo de miel se mantuvo y los precios de la miel se mantienen”

FUENTE: El Departamental

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