El ministerio de Salud de la Nación informó que este domingo suscribió un acuerdo con la compañía Moderna Inc. por el suministro de 20 millones de dosis de su vacuna contra el COVID-19.
De esta manera y luego de la decisión del Gobierno nacional de adecuar la Ley de Vacunas 27.573, Argentina firma el primer contrato para recibir vacunas basadas en la plataforma de ARNm contra COVID-19 a partir del primer trimestre del año 2022. Adicionalmente, la celebración del acuerdo abre la posibilidad de recibir durante este año una donación por parte del gobierno de Estados Unidos de más dosis de esta vacuna.
Cabe destacar que la compañía estadounidense ha presentado los ensayos y la documentación requerida por las principales autoridades regulatorias, con el objetivo de lograr la autorización de emergencia para su aplicación en adolescentes, situación que podría definirse muy próximamente, tanto en FDA (Administración de Medicamentos y Alimentos de los Estados Unidos) como en la EMA (Agencia Europea de Medicamentos).
Al destacar la importancia de este acuerdo, la ministra de Salud, Carla Vizzotti, sostuvo que “estamos dando un paso clave en nuestra estrategia de contar con todas las plataformas tecnológicas posibles, mientras continuamos las gestiones con otros laboratorios”.
La vacuna Moderna contra el COVID-19 es una vacuna de ARNm que codifica la proteína Spike (S), ha demostrado una eficacia superior al 90%, con adecuado perfil de seguridad, motivo que explica su autorización de emergencia para el uso en personas de 18 años y mayores, por parte de las agencias regulatorias de más de 50 países, y que se encuentre incluida en la Lista de Uso de Emergencia (EUL) de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Las características de almacenamiento y conservación de esta vacuna también se asemejan a las que ya se utilizan en nuestro país. Esto significa una ventaja desde el punto de vista logístico, con lo cual, una vez recibida, puede ser distribuida y estar disponible para uso casi en forma inmediata.
El contrato firmado entre la Argentina y el laboratorio estadounidense implica el suministro de 20 millones de dosis tal como se fabricó hasta el momento o las dosis equivalentes para su administración como refuerzo. Sucede que esta vacuna tiene carácter universal y multivalente, ya que la plataforma de la vacuna Moderna COVID-19 permite ser modificada en relación a las variantes que están en circulación. Con este acuerdo, Argentina se constituye en el cuarto país del mundo, detrás de Suiza, Australia y Estados Unidos, además de la Unión Europea, en asegurarse la posibilidad de contar también con refuerzo.
“Estamos dando un paso clave en nuestra estrategia de contar con todas las plataformas tecnológicas posibles, mientras continuamos las gestiones con otros laboratorios”, afirmó Carla Vizzotti
Hasta el momento, hay dos vacunas de ARN mensajero contra el COVID-19 autorizadas en el mundo. Una de ellas fue desarrollada por las empresas BioNTech de Alemania y Pfizer de los Estados Unidos. La otra inmunización fue elaborada a partir de investigaciones de científicos de los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos y es justamente la comercializada por la empresa biotecnológica Moderna. Ese tipo de vacunas enseñan a las células del organismo humano a producir una proteína, o incluso solo una porción de una proteína, que puede desencadenar una respuesta inmune si la persona queda expuesta a la infección por el coronavirus.
En los ensayos clínicos del año pasado, la vacuna de Moderna demostró que daba una alta protección contra el coronavirus para reducir el riesgo de complicaciones y muerte. Ahora se conocieron más datos sobre esa inmunización ante la aparición de las variantes de preocupación. La vacuna Moderna fue 100% efectiva contra la variante Alfa del coronavirus, que había sido detectada en septiembre del año pasado en el Reino Unido. También se descubrió que esa vacuna es 96% efectiva contra la variante Beta a los 14 días de la aplicación de la segunda dosis, según un estudio de personas vacunadas residentes en Qatar. El estudio fue publicado el viernes 9 de julio en la revista especializada Nature Medicine.