Notable actuación en una noche llena de emociones. Argentina jugó un gran partido, ganó 3 a 0 marcando una tremenda superioridad sobre Venezuela y demostró una vez más que cada día juega mejor.

Ese aura tan especial de Messi apareció en aquella pelota estupenda de Paredes puesta en profundidad para Julián Alvarez, que sin egoísmo escuchó el grito de su compañero, se la tocó y Messi picó la pelota con una calidad notable para convertir el tanto que puso justicia a un primer tiempo en el que Argentina dominó a voluntad.

Fue el presagio de lo que se vio después, cuando Argentina disfrutó de un Messi notable, que convirtió dos goles, fue la gran figura y la ovación que lo despidió fue el cierre digno y justo para una noche que será muy difícil de olvidar.

Venezuela apenas se animó en un par de esporádicos ataques, con las corridas de Savarino por el sector de Tagliafico y algunos centros para la búsqueda solitaria de Rondón. Muy poco. El Dibu fue un espectador más. Un calco de todo lo que se vio en estos últimos tiempos que no hace más que repetir conceptos: una selección dominante siempre, confiada en el manejo de la pelota y tratando de ser lo más insinuante posible frente al arco de enfrente, al punto tal que lo hizo trabajar bastante a Romo, el arquero de Venezuela, que debió revolcarse con los remates de Julián Alvarez, de Messi y de Tagliafico.

Por admin

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *