Pese a la crisis política que sacude a la Rosada en la previa de la elección bonaerense, el Presidente se hará un hueco en la agenda para ver un show de su ex en Las Vegas. La vedette fue la encargada de dar a conocer la visita. Todo indica que Donald Trump, sin embargo, otra vez le dará la espalda. «Viaja con la nuestra», chicanearon desde la oposición. Francos abrió el paraguas por el fiasco libertario en Corrientes.

En medio de la peor crisis desde que asumió la gestión, a días de la elección en la provincia de Buenos Aires, y luego del intento desesperado por censurar en la prensa la circulación de los audios de las coimas, Javier Milei se subirá al avión presidencial el miércoles por la noche rumbo a Estados Unidos. Será la undécima gira presidencial por el país del Norte. Y no será para tener una reunión bilateral con el presidente norteamericano, Donald Trump –las negociaciones para lograr ese objetivo están estancadas–, ni con ningún otro funcionario, sino para participar de reuniones con empresarios y, según un flyer que compartió la propia Fátima Flórez, para ir a ver a su exnovia a un show que dará este fin de semana en Las Vegas. Su hermana –señalada en las filtraciones por llevarse «el tres por ciento» de las compras de medicamentos en discapacidad– no sería parte de la comitiva. El mandatario sí estará acompañado por el ministro de Economía, Luis Caputo.

Cuesta abajo
El fin de semana fue duro para la Casa Rosada. Sobre todo para el sector que lidera la secretaria general de la presidencia, Karina Milei, puesta en la mira de la justicia y de toda la sociedad por el escándalo de las coimas, al igual que sus aliados más cercanos, los primos Martín y Eduardo Menem, a quienes se les factura la derrota en Corrientes. Allí, el candidato a gobernador de LLA, Lisandro Almirón, quedó cómodo en el cuarto puesto con menos de diez puntos. El magro resultado volvió a dejar expuesta la estrategia electoral del «purismo» violeta que ambos diagramaron en varias provincias.

Guillermo Francos fue el primero que abrió el paraguas después de la derrota. El jefe de Gabinete intentó bajarle el precio al asunto y dijo que desde la Rosada ya sabían que Almirón «no tenía chances». «Lo de Corrientes para nosotros era una elección esperada, es un partido nuevo», se atajó. También admitió que no se llegó a un acuerdo con el gobernador Gustavo Valdés porque a Karina y a los Menem no les gustaba que el candidato seleccionado por Valdés haya sido su hermano.

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