Hoy en la legislatura, con una puesta en escena que rozo el ridículo, el senador Felipe Michlig intentó increpar al Ministro Desarrollo, Danilo Capitani por supuestas desviaciones de mercadería a candidatos del PJ de algunos departamentos.
Con video y todo, Michlig hizo alarde de la persecución que realizo sobre candidatos del PJ, demostrando una vez mas que no conoce limites a la hora de blandir la fusta. En una actitud que mas de uno califico de delictiva, mando a perseguir, espiar y fotografiar a candidatos opositores, que según manifestó (sin pruebas reales) habrían estado recibiendo mercadería para fines electorales. Acusación que pronto salieron a desmentir los candidatos señalados por el senador, mostrando notas de las solicitudes de ayudas que recibieron de comedores y ONGs.
El las redes de los portales donde circulo la noticia, la gente no se hizo esperar y arremetió con comentarios en contra del senador, acusándolo de hipócrita, entre otras cosas, por cierto bastante graciosas. Hay un viejo dicho que dice que no se puede predicar con la bragueta abierta. Cada quien sabrá si es valido aplicarlo al caso. Lo cierto es que una vez mas Michlig muestra la hilacha cuando se siente rodeado y no duda en sacar a relucir su caracter de patrón de estancia cuando ve que la peonada puede vivir sin él y a pesar de él.
Sin su referente Pullaro compitiendo por la senaduría nacional y con muchas comunas que probablemente pierda en el departamento. Felipe ve como el poderío se le escurre entre las manos y lanza ataques cada vez mas rebuscados, intentando retener un sector que en algunos lugares ya le pico el boleto.