Recorrió Francia, España, Portugal, Andorra, cruzó África y llegó a Marruecos. Todo en moto. En julio Pablo pasó por Comodoro y se maravilló con Rocas Coloradas.

Con más de 400.000 suscriptores en YouTube y 200.000 seguidores en Instagram, Pablo recorre el mundo en moto. En medio del #ProyectoAlaska, que va subiendo en su canal https://www.youtube.com/user/Pablorace1

Busca unir ambos extremos del continente, la pandemia mundial lo retuvo en el fin del mundo. Hoy, charlamos con él.

Le dijiste a Clarín que hasta los 27 años fuiste una persona y después otra totalmente distinta ¿Cómo pasó?

Se fue dando. Todo empezó cuando me fui a Rosario, a vivir y a estudiar. Rosario me abrió mucho la cabeza y empecé a ver muchas formas de vida, vi un abanico de formas de vivir diferentes a la mía. Y después fueron los viajes, los primeros viajes. El primer viaje a Chile, con mi primera moto. Machu Picchu, Uruguay. Esos viajes también me abrieron un mundo nuevo que fue todo un descubrimiento para mí: los viajes en moto. Y también seguir a influencers del momento, blogueros, que escribían posteos de viajes, en ese momento estaban muy de moda los blogs, seguir a youtubers que iban subiendo vídeos también de viajes. Todo eso me inspiró hasta que un día dije: “Bueno, yo quiero hacer eso, quiero viajar por el mundo y compartirlo en las redes sociales”. Y eso hice. El 1ero de noviembre de 2014, a mis 27 años, arranqué la vuelta a Argentina en Gilera y desde ahí todo cambió.

¿De qué se trata el Proyecto Alaska?

El Proyecto Alaska es un viaje en el que planeo unir Santo Tomé, mi ciudad, con Ushuaia y Ushuaia con Alaska. Recorrer todo el continente americano y básicamente todo lo que me llame la atención y lo que según mi punto de vista esté bueno para compartir, hacerlo a través de las redes para que la gente pueda de alguna manera viajar conmigo.

Antes de empezar tu aventura uniendo Ushuaia y Alaska te quedaste varado por la pandemia en el fin del mundo ¿Cómo fue?

Y fue interesante. Fue medio una incertidumbre al comienzo, porque no sabía realmente qué iba a pasar. Pero en definitiva la experiencia fue súper enriquecedora, porque imagínate para mí siendo de Santa Fe, quedarme en Ushuaia un año, vivir el invierno, la nieve, los deportes invernales, o sea todo un mundo nuevo para mí que la verdad que fue espectacular. Fue uno de los mejores años de mi vida, aprendí a esquiar, hice buceo en el Canal Beagle, anduve en moto de nieve, bueno, un montón de actividades. La verdad que, si no hubiese pasado lo que pasó, quizás no hubiese conocido todas esas actividades invernales. Digamos que gracias a la pandemia y a la cuarentena viví un montón de cosas nuevas, super interesantes y super enriquecedoras.

¿Y qué fue lo que más te sorprendió de Ushuaia?

Vivir un mundo tan pero tan diferente a donde yo me crié, a donde nací que fue muy loco, fue muy loco porque todo es totalmente diferente. Cuando nieva cambia todo, las normas, cambian las reglas. Todo el mundo vive de una manera diferente, hay que adaptarse a esas condiciones de clima y eso hace que todo sea diferente, ¿no? A la mañana, por ejemplo, estás media hora hasta que limpiás la vereda, sacás la nieve para poder salir de tu casa. O sacando la nieve del parabrisas del auto para poder ir a tu trabajo. Todo es mucho más lento, se aletarga todo un poco, el ritmo de vida de la gente y también el frío hace que todo gire en torno a eso. Las condiciones de vida de la gente, las normas de convivencia, todo, todo es pensado digamos, para que te afecte lo menos posible porque es muy duro también el invierno en el lugar. Es hermoso pero a su vez es duro. Entonces vivir todo eso para mí fue increíble.

Generar contenido es un trabajo. En tu caso, ¿cómo es tu rutina?

Mi rutina es todos los días revisar las redes, revisar los mensajes, aunque ya no llego a responderlos y verlos a todos, trato de hacer un pantallazo general. A su vez, tratar de buscar contenidos para generar, para grabar, editar, por lo general siempre tengo algo que editar. Esto es algo que no termina nunca porque siempre hay algo para grabar, para editar y para subir a las redes. De hecho, en este momento que me estás entrevistando acabo de subir un video, o se acaba de subir automáticamente, porque ya lo había dejado programado en YouTube. Entonces el ciclo arranca investigando, sigue grabando el contenido, continúa con la edición y finaliza cuando se publica el video. Ahí termina un ciclo y arranca otro, nuevamente la investigación, el viaje, la grabación, la edición y subirlo. Y esos ciclos se van repitiendo constantemente cada 3 o 4 días y cada vez que el video se publica es como que cierro un ciclo y ya está, el trabajo o todo el esfuerzo que hice durante 3 o 4 días se termina ahí y arranco de vuelta y así -risas-. Esa es mi forma de trabajar.

¿Qué historias te gusta contar?

No tengo un tema en particular o un rubro en particular, todo lo que a mí me llama la atención trato de compartirlo y contarlo para que sea interesante para la gente también. A veces la historia de un pueblo, a veces un personaje, a veces algo que me pasa en el viaje. Entonces digamos que ningún video es igual al otro, por decirlo de alguna manera, porque cada lugar también tiene lo suyo. No es lo mismo Ushuaia que Comodoro Rivadavia, que El Bolsón. Cada lugar tiene sus cosas, sus características. Algunos tienen nieve, otros tienen mar, otros tienen montañas. A su vez, otros tienen más o diferentes historias. Entonces todo va cambiando. Es mucha improvisación, no hay un parámetro o algo que yo diga: “Bueno va por acá”. Es ir al lugar, empezar a investigar, improvisar para ver qué es lo que voy a grabar, o qué es lo que voy a mostrar, porque obviamente hay millones de cosas, pero trato de buscar la esencia o lo que más se destaque.

También estuviste en Francia, España, Andorra, Portugal, África, Marruecos. ¿Qué fue lo más increíble que viste?

Todos los lugares tienen lo suyo, tienen algo interesante, pero bueno, la Patagonia es un lugar al que ya vine dos veces y me sigue atrapando. Creo que es un lugar, de todos los que conocí, que todavía es bastante virgen y que tiene mucho, mucho por ser descubierto. Es un lugar que me atrapa mucho. Y también hostil, es duro viajar acá. Pero bueno, esa aventura, esa combinación de aventura, de hostilidad y de riqueza. Porque tiene mucha riqueza en todo sentido: arqueológica, histórica, geográfica. Todo ese combo me atrae mucho. La Patagonia es tan variada, tan diversa, porque tenés costa, tenés el mar, tenés la estepa, en la parte de la cordillera tenés la nieve, las montañas, los bosques. Me atrapa mucho. Es un lugar al que siempre voy a volver. Cada vez que pueda voy a volver porque además es el lugar de paso para llegar al fin del mundo, para llegar a Ushuaia. Entonces siempre la Patagonia desde el principio me atrapó y bueno siempre, siempre hay algo por descubrir, porque es tan vasta, tan inmensa que a uno no le alcanzaría la vida para recorrerla toda.

¿Cuál fue la situación más desafiante y difícil que tuviste que afrontar?

Uy, tuve muchas -risas-. Te diría que una de las situaciones más difíciles fue cuando en la vuelta a Argentina en Gilera. Mi primer viaje largo, mi primer viaje como viajero, se me rompió la moto en Río Gallegos. Y bueno, pasaron muchas cosas, pero resumiéndotelo estuve dos meses tratando de solucionar ese problema, hasta que por fin pude gracias a un viejo mecánico que me regaló partes de los repuestos para que yo pueda seguir el viaje. A su vez un mecánico se copó y me armó la moto, me la arregló, me cambió las piezas. Entonces después de dos meses de lucharla y lucharla, dos meses en los que hasta me planteé dejar de viajar, o empezar a viajar con otro vehículo, pude solucionarlo, pude seguir adelante y continuar mi viaje. Creo que esa fue la situación más difícil que viví hasta ahora.

¿Por qué en moto?

La moto es aventura. La aventura que te aporta la moto, pocos vehículos la aportan. Porque vos vas prácticamente como en una bicicleta, solo que vas un poco más rápido, un poco más de adrenalina y a su vez, la libertad. La libertad de llegar a los lugares que se te ocurran. Para mí es el equilibrio perfecto. Te permite llevar más que una bicicleta y es más rápido o más ágil que un auto. Me parece que combina lo mejor de cada cosa. Es un buen equilibrio, a mí me gusta mucho. Aparte yo no soy de llevar mucho, mucho equipaje, entonces para mí la moto es el equilibrio perfecto.

Hoy el público apuesta más a contenidos producidos por creadores en YouTube que por las grandes cadenas de televisión ¿Por qué te parece que pasa esto?

Me parece que pasa porque es un contenido más genuino, más realista. Una productora con un camarógrafo, un videógrafo, un periodista, eso es algo digamos muy estructurado, muy armado y se nota en el contenido. La gente ya como que está cansada de eso y quiere algo más realista. Hoy en día, en mi caso con una camarita o con un celular y con poquito, recorro lugares y los muestro realmente como son ¿no? Porque se sabe que no tengo una gran producción, y se sabe a su vez, que es algo más realista yo creo, más genuino, que la gente se siente identificada, porque si vos viajás con todo un equipo atrás, con una cámara y con una super moto y toda la plata, es como que no cualquiera lo puede hacer ¿no? Necesitas un medio o una estructura muy costosa. En cambio, un viaje con una moto y un celular cualquiera lo puede hacer, entonces creo que la gente se siente identificada y le gusta más.

¿Qué significa ser influencer para vos?

Es algo muy lindo en mi caso. Es algo muy lindo porque veo que a la gente le gusta, que la gente como te dije antes, se siente identificada. En mi caso como genero contenido de viajes la gente “viaja”, con un contenido, con un video. Me parece una gran responsabilidad también porque hay mucha gente que no puede, no quiere, no se anima, quizás no tuvo la inspiración para hacerlo y me parece que uno tiene una gran responsabilidad de poder llegar a tanta gente, poder de alguna manera alegrarles un ratito. Entonces para mí, yo lo tomo como una responsabilidad y con toda la seriedad que se merece, ser influencer, o ser youtuber. Pero es algo muy lindo cuando la gente te cruza en la calle y te dice:“Qué bueno lo que haces”, “Me gusta mucho ver tus videos”, “Viajo con vos”. Creo que eso es en definitiva lo más lindo de todo, la aprobación, o la devolución de la gente, eso realmente te hace sentir pleno y te da muchas energías también y mucha motivación para seguir haciéndolo.

Ahora estás en Comodoro y vimos que visitaste Rocas Coloradas ¿Qué fue lo que más te impactó?

Lo que más me impactó fue que, hace unos días pude, gracias a Comodoro Turismo, pude conocer un lugar que no conocía, que es la tercera vez que paso por acá y bueno, recién ahora lo conozco, se llama Rocas Coloradas. La verdad que no pensé que me iba a encontrar con esos paisajes en Comodoro, sinceramente. Me sorprendió gratamente,  me pone muy contento que se difunda, y que sea también un Área Protegida.

Como creador de contenido, como viajero ¿Qué fue lo más importante que aprendiste y que te hubiese gustado que te dijeran antes?

Creo que algo que aprendí o que descubrí, es que lo importante es que cada uno haga lo que ama y lo que lo apasiona. Si alguien me hubiera dicho eso antes quizás me hubiese animado a hacerlo antes incluso, porque yo arranqué a los 27 años, pero si hay algo que cambiaría es haber arrancado a viajar antes. Porque fue un antes y un después en mi vida, cambió todo, para bien, por suerte. Se convirtió en mi estilo de vida, pero no solo eso, sino también en mi trabajo, y me siento muy cómodo llevando esta vida que llevo, muy feliz también. Así que aprendí eso. Aprendí que uno en los viajes aprende muchas cosas, de hecho yo aprendí a editar videos, a laburar con las redes. No tenía ningún estudio ni nada relacionado o parecido si no que lo aprendí viajando. Y como yo, un montón de gente, un montón de viajeros también aprendieron oficios, aprendieron cosas, y eso es lo lindo de viajar, te abre todo un panorama, un mundo nuevo que si no salís a viajar probablemente nunca lo descubras.

¿Cómo sigue la aventura?

Bueno de acá, me vuelvo para la Ruta 40, Sarmiento y después el cruce con la 40, y de ahí para arriba hasta la Quiaca, donde finaliza la Ruta 40. Yo calculo que será fin de año, estaré todo el año recorriendo la 40. Y a fin de año veré, si se abren las rutas internacionales, las fronteras internacionales, continuaré para arriba, para el norte, recorriendo los distintos países y si no tendré que recalcular y quizás seguir viajando por Argentina.

“Quiero agradecer a la gente de Comodoro. Agradecer también a Carlos y Gabriela Moreno que me atendieron en su clínica odontológica. Gracias a gente que me va ayudando como ellos, uno puede también viajar, porque uno es la cara visible de todo esto pero hay mucha gente detrás que te da una gran mano y que te permite seguir haciendo esto. Hay mucha gente, desde el apoyo moral en las redes, en un comentario, hasta la ayuda realmente económica o ayuda con diferentes acciones que te permiten seguir adelante con esto. Uno solo no podría hacerlo, necesita siempre de la gente por más medios económicos que tenga, siempre se necesita de la gente. Me han dado una gran mano, como te digo en este caso con la odontología, y con la buena onda también, porque muy piola la gente de acá, de Comodoro” comenta. Suscribite a su canal de YouTube y seguilo en Instagram para no perderte sus próximas aventuras.

Por admin

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